Factoraje financiero: cómo funciona para empresas

El factoraje financiero permite a empresas obtener liquidez inmediata al adelantar el cobro de facturas, sin generar deuda tradicional.

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Últimamente, las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, enfrentan constantemente el reto de mantener su liquidez. Esta necesidad favorece el surgimiento de algunas alternativas estratégicas, como el factoraje financiero.

Principalmente, porque él permite transformar las cuentas por cobrar en capital inmediato, evitando así recurrir a créditos tradicionales y preservando la estabilidad financiera del negocio.

Por eso, a lo largo de este artículo, descubrirás cómo funciona el factoraje financiero, cuáles son sus principales ventajas frente a los préstamos bancarios y por qué se está convirtiendo en una herramienta clave para mantener el flujo de efectivo.

Analizaremos el proceso paso a paso, los actores involucrados y las diferentes modalidades que existen. Desde el factoraje tradicional hasta el inverso, para que puedas identificar cuál se adapta mejor a las necesidades de tu empresa.

Además, te explicaremos los requisitos más comunes para acceder a este tipo de financiamiento, la importancia de contar con una cartera de clientes sólida y cómo la tecnología y las fintechs están revolucionando el acceso al factoraje.

Así, si estás interesado en saber más, sigue leyendo y conoce todo lo que necesitas para aprovechar al máximo esta herramienta y llevar tu negocio al siguiente nivel.

Tres mujeres de negocios en una oficina moderna, una de ellas señalando un monitor con gráficos, explicando los conceptos y beneficios del Factoraje Financiero para la liquidez empresarial.

Si buscas una solución rápida, flexible y segura para obtener liquidez y potenciar el desarrollo de tu empresa, el factoraje financiero puede ser la respuesta. Él es un contrato a corto plazo que mejora la liquidez empresarial, simplifica el acceso a financiamiento y permite a las empresas aprovechar sus ventas a crédito sin esperar largos plazos de pago.

Definición y propósito del factoraje financiero

El factoraje financiero se está consolidando en una solución clave para las empresas mexicanas, especialmente para las pequeñas y medianas, que enfrentan el reto de conseguir dinero rápido para operar.

A diferencia de los créditos tradicionales, el factoraje permite obtener liquidez inmediata al adelantar el cobro de facturas pendientes, sin generar una deuda convencional.

Este mecanismo consiste en transferir las cuentas por cobrar a una entidad financiera, que otorga un adelanto de capital basado en el monto de las facturas.

Su propósito principal es brindar a las empresas un acceso ágil a recursos económicos, facilitando el capital de trabajo necesario para cubrir gastos operativos, pagar proveedores o invertir en nuevos proyectos.

En vez de esperar 30, 60 o 90 días a que los clientes paguen, la empresa recibe una parte significativa del dinero casi de inmediato. Esto ayuda a mantener el negocio en movimiento y evita que la falta de efectivo frene el crecimiento o la operación diaria.

Una de las grandes ventajas del factoraje es que no se considera una deuda tradicional, sino una operación de cesión de derechos de cobro. Cuando el cliente paga la factura, ese dinero se utiliza para saldar el adelanto recibido, cerrando el ciclo de manera eficiente y transparente.

Así, el factoraje financiero se presenta como una herramienta inteligente para mantener un flujo de efectivo constante y asegurar la continuidad operativa de la empresa.

El factoraje financiero como solución de liquidez

Cuando una empresa tiene muchas facturas pendientes de cobro, pero necesita dinero para seguir operando, el factoraje se presenta como una solución directa. Permite convertir esas cuentas por cobrar, que son dinero que te deben, pero que aún no tienes, en efectivo disponible.

Esto es especialmente útil para negocios que trabajan con clientes corporativos que suelen pedir plazos de pago largos. Sin el factoraje, la empresa podría enfrentar problemas para pagar nóminas, comprar insumos o cumplir con otras obligaciones financieras.

El factoraje, al adelantar fondos, actúa como un puente para mantener la continuidad operativa y evitar cuellos de botella financieros.

¿Cuáles son las diferencias clave entre factoraje financiero y créditos tradicionales?

Aunque pueden parecer opciones similares para obtener financiamiento, existen diferencias clave que es importante considerar al tomar una decisión.

En cuanto a la naturaleza de la operación, el crédito bancario implica un préstamo que genera deuda, mientras que el factoraje consiste en la cesión de activos —tus facturas— a cambio de liquidez.

Respecto a las garantías, los créditos suelen requerir bienes inmuebles o maquinaria como respaldo, mientras que el factoraje se basa principalmente en la calidad de tus cuentas por cobrar y la solvencia de tus clientes, no en tus activos fijos.

El proceso de aprobación también marca una diferencia importante. Los créditos bancarios pueden ser lentos y complejos, mientras que el factoraje es mucho más ágil y rápido.

Por último, el enfoque de análisis varía: el crédito tradicional evalúa la capacidad de pago de tu empresa, mientras que el factoraje pone especial atención en la capacidad de pago de tus clientes. A continuación, una tabla comparativa.

CaracterísticaFactoraje FinancieroCrédito Bancario Tradicional
Naturaleza de la operaciónCesión de facturas a cambio de liquidez; no genera deuda directaPréstamo que genera deuda en el balance
GarantíasBasado en la calidad de las cuentas por cobrar y la solvencia de los clientesRequiere garantías sólidas (bienes, maquinaria, etc.)
Proceso de aprobaciónRápido y ágil, enfocado en las facturasSuele ser largo y complejo
Enfoque de análisisCapacidad de pago de los clientes (deudores de las facturas)Capacidad de pago de la empresa solicitante
Impacto en el balanceNo incrementa el pasivo, mejora la liquidezAumenta el pasivo y puede afectar la capacidad crediticia
Acceso a recursosDepende del volumen y calidad de las facturasDepende del historial crediticio y garantías
FlexibilidadSe adapta al flujo de ventas y necesidades puntualesCondiciones y montos suelen ser fijos

Como puedes percibir, el factoraje financiero no es un préstamo, es una herramienta para adelantar el cobro de tus facturas y obtener liquidez inmediata. Una alternativa ágil para mantener el flujo de efectivo de tu negocio.

¿Cómo funciona el factoraje financiero?

El factoraje financiero, a veces llamado simplemente factoraje, se trata de vender las facturas pendientes de cobro a una entidad financiera. Esto ayuda a que el dinero que está atrapado en esas facturas pueda usarse para seguir operando o para crecer.

A continuación, conocerás el proceso paso a paso de una operación de factoraje, los actores principales que intervienen y cómo se realiza el adelanto de fondos. Así, podrás entender cómo esta solución financiera puede ayudarte a mantener un flujo de efectivo constante y aprovechar mejor tus ventas a crédito.

Actores involucrados en el factoraje

En una operación de factoraje financiero intervienen tres actores principales. El primero es el factorado, que es tu empresa y quien vende sus cuentas por cobrar para obtener liquidez inmediata.

El segundo es el factorante, es decir, la entidad financiera que compra esas cuentas por cobrar, adelanta el dinero y, en muchos casos, se encarga de la gestión de cobranza.

Por último, está el deudor, que es el cliente de tu empresa. Esta persona o compañía adquirió tus productos o servicios a crédito y debe pagar la factura directamente al factorante en la fecha acordada.

Proceso paso a paso de una operación de factoraje

El proceso de factoraje financiero puede parecer complicado al principio, pero si lo vemos paso a paso, se vuelve bastante claro. Aquí te explico cómo suele funcionar:

  1. La empresa vende facturas. Primero, tu empresa (llamada factorado) tiene facturas pendientes de pago de sus clientes. Estas facturas representan dinero que te deben.
  2. Se busca una empresa de factoraje. Acudes a una entidad financiera especializada en factoraje (el factorante) y le presentas estas facturas.
  3. Evaluación y aprobación. La empresa de factoraje revisa las facturas y la solvencia de tus clientes. Si todo está en orden, aprueban la operación.
  4. Adelanto de fondos. El factorante te adelanta un porcentaje del valor total de las facturas aprobadas. Usualmente, esto es entre el 70% y el 90%.
  5. Cobranza. La empresa de factoraje se encarga de cobrar las facturas directamente a tus clientes en la fecha de vencimiento.
  6. Pago Final. Una vez que tus clientes pagan las facturas al factorante, este te entrega el monto restante, menos las comisiones y el interés acordado por el adelanto.

El objetivo principal es que tu empresa reciba el dinero de sus ventas a crédito mucho antes de lo que tardarían tus clientes en pagar, mejorando así tu flujo de efectivo de manera inmediata.

Adelanto de fondos y pago posterior

Cuando una empresa decide usar el factoraje financiero, lo que busca es obtener dinero de forma anticipada. La empresa de factoraje, al comprar tus facturas, te da una parte del dinero de inmediato.

Por ejemplo, si vendes una factura de $10,000 pesos y el factorante te adelanta el 80%, recibirás $8,000 pesos al momento. El resto, los $2,000 pesos, te los entregarán una vez que tu cliente pague la factura completa al factorante, descontando las comisiones que se hayan pactado.

Esto significa que tu empresa tiene acceso a capital casi al instante, mientras que el pago final se completa cuando el deudor liquida la cuenta. Es un ciclo que ayuda a mantener la operatividad sin interrupciones.

Beneficios estratégicos del factoraje financiero

El factoraje financiero se presenta como una herramienta poderosa. Su naturaleza permite a las compañías mantener un flujo de efectivo constante, lo cual es vital para operar sin contratiempos y aprovechar oportunidades de crecimiento.

A continuación, exploraremos los principales beneficios del factoraje financiero. Desde el acceso ágil a capital de trabajo hasta la prevención del endeudamiento y la adaptación a las necesidades específicas de cada negocio.

Acceso rápido a capital de trabajo

Una de las ventajas más notables del factoraje es la agilidad con la que se puede acceder a fondos. A diferencia de los créditos bancarios, que suelen tener procesos largos y requisitos estrictos, el factoraje se enfoca en la calidad de tus cuentas por cobrar.

Esto significa que puedes convertir tus facturas pendientes en dinero disponible en cuestión de días, no meses. Esta rapidez es fundamental para cubrir gastos operativos inmediatos, como el pago a proveedores, salarios o la compra de inventario, evitando así parálisis en la producción o comercialización.

  • Reducción de ciclos de cobro: al ceder tus facturas a una empresa de factoraje, obtienes el pago de manera casi inmediata, eliminando la espera de los plazos de tus clientes.
  • Mayor capacidad operativa: con liquidez constante, puedes aceptar pedidos más grandes o responder a picos de demanda sin preocuparte por la falta de capital.
  • Oportunidades de descuento: al tener fondos disponibles, puedes aprovechar descuentos por pronto pago con tus propios proveedores, mejorando tu margen de ganancia.

Prevención del endeudamiento empresarial

El factoraje financiero opera bajo un esquema de cesión de derechos de cobro, no como un préstamo. Esto es una diferencia clave. Cuando utilizas factoraje, no adquieres una deuda en tu balance general. En lugar de eso, estás adelantando el cobro de un activo que ya posees (tus facturas).

Esto te permite mantener una estructura financiera más sana y evitar los altos costos financieros y las restricciones que suelen venir con los créditos bancarios tradicionales.

Al no generar pasivos, el factoraje financiero ayuda a las empresas a mantener una imagen crediticia sólida, lo que puede ser beneficioso para futuras negociaciones o para acceder a otros tipos de financiamiento si fuera necesario.

Flexibilidad en montos y adaptación a necesidades

El factoraje se adapta al tamaño y al ritmo de tu negocio. Los montos que puedes obtener están directamente ligados al volumen y valor de tus facturas. Si tus ventas crecen, tu capacidad de financiamiento a través del factoraje también lo hace.

No hay plazos fijos o montos mínimos restrictivos como en muchos créditos. Esto lo hace ideal para empresas de todos los tamaños, desde startups hasta corporativos consolidados, que manejan un flujo constante de ventas a crédito.

  • Financiamiento a la medida: puedes elegir qué facturas ceder, adaptando el monto del financiamiento a tus necesidades específicas en cada momento.
  • Sin garantías complejas: generalmente, la garantía principal son las propias facturas, lo que simplifica el proceso y lo hace accesible para empresas que no cuentan con activos para ofrecer como colateral en un crédito tradicional.
  • Diversidad de servicios: algunas empresas de factoraje ofrecen servicios adicionales como la administración de la cartera de clientes o la gestión de cobranza, lo que puede liberar tiempo y recursos internos.
Manos de dos personas de negocios analizando gráficos y documentos financieros en una oficina, con una laptop y calculadora, representando la gestión de cuentas por cobrar a través del Factoraje Financiero.

Modalidades de factoraje financiero

El factoraje financiero ofrece distintas modalidades que se adaptan a las necesidades y características de cada empresa, permitiendo una gestión más eficiente del flujo de efectivo. Comprender estas opciones es fundamental para elegir la alternativa que mejor se ajuste a la realidad y objetivos de tu negocio.

A continuación, te presentamos las principales modalidades de factoraje disponibles. Explicando sus diferencias según el enfoque de la operación, el tipo de riesgo asumido y la forma en que se gestiona la cobranza.

Así podrás identificar cuál es la opción más conveniente para optimizar la liquidez y fortalecer la salud financiera de tu empresa.

Factoraje a Clientes (tradicional)

Este es el tipo más común, también conocido como factoraje tradicional o seller centric. Aquí, tu empresa (el factorado) le vende sus facturas o cuentas por cobrar a una institución financiera (el factorante).

Imagina que tienes facturas pendientes de pago de tus clientes y necesitas el dinero ahora. Tu empresa solicita al factorante que le adelante el monto de esas facturas, menos una comisión.

El factorante revisa la solidez de tus clientes y, si todo está en orden, te da el dinero. Luego, cuando tus clientes paguen esas facturas, el dinero va directamente al factorante. Es una forma directa de obtener liquidez vendiendo tus derechos de cobro.

Factoraje a proveedores (inverso)

Esta modalidad es un poco diferente y se enfoca en el comprador. Aquí, una empresa grande (el comprador) establece un acuerdo con una institución financiera para que sus proveedores puedan recibir sus pagos de forma anticipada.

El comprador no paga inmediatamente a sus proveedores, sino que les da un plazo más largo. Sin embargo, gracias al acuerdo con el factorante, los proveedores pueden elegir recibir su dinero antes, descontando una comisión.

Esto ayuda al comprador a mejorar sus condiciones de pago. Pero, al mismo tiempo, fortalece la cadena de suministro al asegurar que los proveedores tengan flujo de efectivo. Es como un reverse factoring o buyer centric.

Tipos de factoraje según el riesgo y la cobranza

Además del enfoque, las operaciones de factoraje se diferencian por quién asume el riesgo de impago y cómo se maneja la cobranza:

  • Factoraje con recurso: si el cliente que debe la factura no paga, tu empresa (el factorado) sigue siendo responsable y debe cubrir el monto al factorante. Básicamente, el riesgo de impago recae sobre ti.
  • Factoraje sin recurso: aquí, la institución financiera asume el riesgo de que el cliente no pague. Si el deudor no liquida la factura, tú te liberas de esa responsabilidad. Esto te da más tranquilidad, pero suele implicar comisiones un poco más altas.
  • Cobranza directa: la empresa de factoraje se encarga de todo el proceso de cobro a tus clientes. Ellos gestionan las notificaciones y reciben los pagos directamente.
  • Cobranza delegada: tu empresa sigue siendo la encargada de cobrar las facturas a tus clientes. Una vez que recibes el pago, se lo transfieres a la institución de factoraje. Esto te da más control sobre la relación con tus clientes, pero requiere que seas diligente con los pagos al factorante.

Elegir la modalidad correcta depende mucho de tu relación con tus clientes, tu tolerancia al riesgo y cómo prefieres gestionar tus finanzas. No hay una opción única que sirva para todos; lo importante es analizar qué te conviene más en cada momento.

Requisitos y consideraciones para acceder al factoraje

Para que una empresa pueda acceder al factoraje financiero, no es que haya un montón de papeles complicados como con algunos créditos bancarios, pero sí hay puntos clave que las empresas de factoraje miran con atención.

Piensa en esto como una forma de asegurarse de que todo va a salir bien, tanto para ellos como para ti. A continuación, presentamos cuáles son estos los puntos clave a tener en cuenta al momento de elegir el factoraje.

Requisitos comunes para empresas solicitantes

Para acceder al factoraje financiero, las empresas deben cumplir con ciertos requisitos básicos que garantizan la viabilidad y seguridad de la operación.

Estos criterios ayudan a las entidades de factoraje a evaluar el perfil y la solidez de tu negocio antes de otorgar el financiamiento. Los requisitos más comunes son:

  • Tiempo mínimo de operación: generalmente, se solicita que la empresa tenga al menos 1 año de actividad en el mercado.
  • Volumen de ventas: es necesario demostrar un flujo de ventas constante que refleje la estabilidad del negocio.
  • Cartera de clientes: contar con clientes que tengan un historial de pago confiable y buena reputación.
  • Facturas vigentes: presentar facturas actuales y con alta probabilidad de cobro, emitidas a clientes solventes.

La importancia de una cartera de clientes sólida

Aquí es donde se pone interesante. La empresa de factoraje no te presta dinero directamente; lo que hace es comprar tus facturas. Por eso, la salud de tu cartera de clientes es súper importante.

Si tus clientes son empresas grandes, con buena reputación y que pagan a tiempo, el factoraje es mucho más fácil de conseguir y, probablemente, con mejores condiciones. Piensa en esto: si una empresa de factoraje compra tus facturas, asume el riesgo de que te paguen.

Si tus clientes son morosos o tienen problemas financieros, ese riesgo es mayor para ellos. Por eso, tener clientes que paguen bien y a tiempo es casi como tener una garantía. Les da confianza a los que te van a dar el financiamiento.

Evaluación de riesgo por parte del factorante

Las empresas de factoraje hacen su tarea. Analizan tu negocio, pero sobre todo, analizan a tus clientes. Revisan el historial de pagos, la estabilidad financiera de tus compradores y hasta su reputación en el mercado.

No te piden avales ni garantías como en un banco tradicional, pero sí quieren estar seguros de que el dinero que te adelantan lo van a recuperar. Es un análisis de riesgo enfocado en la calidad de tus cuentas por cobrar. Si tu cartera es fuerte, el proceso es más rápido y las condiciones, mejores.

Si hay dudas, pueden pedirte más información o simplemente no proceder con la operación. Es un tema de confianza mutua, donde ellos evalúan tu capacidad de generar ingresos y la fiabilidad de quienes te deben dinero.

El factoraje es una herramienta financiera que se basa en la confianza y la calidad de las transacciones comerciales. La solidez de tu cartera de clientes es el principal aval para acceder a este tipo de financiamiento, más allá de los requisitos formales de tu propia empresa.

Hablar de factoraje financiero implica entender que no opera en un vacío legal. Existen varias leyes y regulaciones que dan forma a estas operaciones, protegiendo tanto a las empresas que buscan financiamiento como a las entidades que lo otorgan. Es un entramado que busca dar certeza y orden a estas transacciones.

A continuación, te presentamos las principales normativas que rigen el factoraje en México, así como las instituciones encargadas de su supervisión y los mecanismos de protección para los usuarios de estos servicios.

Esta información te ayudará a tomar decisiones informadas y a evitar riesgos al momento de utilizar el factoraje como herramienta financiera.

Leyes fundamentales que rigen el factoraje en México

El factoraje financiero se apoya en un conjunto de ordenamientos legales. La aplicación específica de cada ley depende mucho de cómo se estructure la operación de factoraje. No es lo mismo un factoraje tradicional que uno inverso, por ejemplo. Las normativas clave incluyen:

  • Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito (LGTOC): Esta ley es medular, ya que regula los instrumentos que se utilizan en muchas operaciones de factoraje, como las facturas y los pagarés. Es importante conocer los requisitos para que estos documentos tengan validez legal.
  • Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito (LGOAAC): Si bien las empresas de factoraje ya no son consideradas organizaciones auxiliares de crédito supervisadas directamente por la CNBV como antes, esta ley sigue siendo relevante para entender el contexto de las entidades financieras.
  • Código de Comercio: Establece las bases para las transacciones comerciales y contratos mercantiles en general.
  • Código Civil Federal: Aplica en lo no previsto por las leyes mercantiles, especialmente en aspectos de contratos y obligaciones.
  • Leyes fiscales (ISR, IVA, CFF): Son importantes porque las operaciones de factoraje tienen implicaciones en el pago de impuestos, tanto para la empresa que cede sus facturas como para la empresa de factoraje.

La normatividad busca equilibrar la agilidad que ofrece el factoraje con la seguridad jurídica necesaria para todas las partes involucradas. Es un marco que ha evolucionado para adaptarse a las necesidades del mercado.

Instituciones Clave en la Supervisión del Factoraje

Históricamente, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) tuvo un rol más directo en la supervisión de las empresas de factoraje.

Sin embargo, tras reformas, muchas de estas empresas se han reestructurado como Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (SOFOM). Aun así, la CNBV y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) siguen siendo entidades importantes:

  • Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV): Aunque ya no supervisa directamente a las empresas de factoraje como antes, su marco regulatorio y las disposiciones que emite, como la Circular Única de Bancos, pueden afectar indirectamente a las operaciones, especialmente si las empresas de factoraje interactúan con instituciones bancarias o si se reestructuran bajo figuras que sí supervisa.
  • Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP): A través de sus facultades, especialmente en materia fiscal y de regulación financiera, la SHCP influye en el entorno operativo del factoraje.

Protección al usuario de servicios financieros

Es fundamental que las empresas que consideren el factoraje como una opción de financiamiento se informen bien sobre el marco legal y los derechos que les asisten. Por eso, las leyes y regulaciones también buscan proteger a las empresas que utilizan el factoraje. Esto se traduce en:

  • Transparencia en las condiciones: las empresas de factoraje deben ser claras sobre las comisiones, tasas de interés y cualquier otro costo asociado a la operación. No debe haber sorpresas.
  • Cumplimiento de contratos: las obligaciones de ambas partes (empresa que cede las facturas y la empresa de factoraje) deben estar claramente estipuladas y ser cumplidas.
  • Mecanismos de queja: existen vías para que las empresas puedan presentar inconformidades si consideran que sus derechos no han sido respetados. Aunque no existe un organismo único y específico para el factoraje como tal, se pueden recurrir a instancias generales de protección al consumidor financiero o a la vía legal si es necesario.

Consultar con asesores legales o financieros puede ser una buena idea antes de firmar cualquier contrato. Conocer las leyes aplicables a las operaciones financieras es el primer paso para una operación exitosa.

Empresas y Plataformas de Factoraje en México

El panorama de las empresas y plataformas que ofrecen factoraje financiero en México ha crecido considerablemente, facilitando el acceso a liquidez para las PyMEs sin recurrir a deudas complicadas. Ya no es exclusivo de los grandes bancos; hoy existen numerosas opciones, muchas de ellas digitales, que simplifican y agilizan el proceso.

Algunos ejemplos de empresas que ofrecen factoraje en México son:

  • Xepelin: Plataforma 100% en línea que permite el adelanto de cobro, sin papeleo. Ofrece la posibilidad de cobrar una factura el mismo día que se emite, sin importar el monto, y cuenta con el servicio de pronto pago para empresas grandes, facilitando la liquidez y las relaciones comerciales.
  • Invex: Permite financiar tanto cuentas por cobrar como por pagar, y ofrece factoraje con y sin recurso. Atiende a distribuidores y proveedores, adaptándose a diferentes perfiles empresariales.
  • Kapital Bank: ofrece líneas de crédito para financiar facturas, ajustando las condiciones a las necesidades y capacidad de pago de cada empresa.

Las condiciones, tasas de interés y comisiones pueden variar según el perfil y la solidez de cada negocio, por lo que es importante comparar opciones antes de elegir la más conveniente.

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En resumen: el factoraje, una mano amiga para tu negocio

Así que, si tienes una empresa y te has topado con la pared al buscar financiamiento, el factoraje financiero podría ser justo lo que necesitas. No es un crédito tradicional, no te endeudas de la misma forma y, lo mejor, te da el dinero de tus facturas pendientes de forma rápida.

Claro, hay que pagar una comisión y fijarse bien en quién te presta el servicio, pero las ventajas para mantener tu negocio a flote y creciendo son muchas. Piensa en él como una herramienta más en tu caja para esos momentos en que necesitas un empujón de liquidez sin meterte en líos mayores.

Es una forma inteligente de usar lo que ya tienes, tus ventas a crédito, para que tu negocio siga funcionando sin parar.

Preguntas frecuentes

¿El factoraje financiero afecta la relación comercial con mis clientes?

No necesariamente, pero es importante comunicar a tus clientes que la cobranza será gestionada por una entidad financiera. En general, el factoraje es una práctica común y profesional, pero la transparencia y la buena comunicación ayudan a mantener relaciones comerciales sólidas y de confianza.

¿Puedo utilizar el factoraje financiero si tengo facturas en moneda extranjera?

Sí, muchas empresas de factoraje en México ofrecen servicios para facturas en dólares estadounidenses u otras monedas. Sin embargo, es fundamental revisar las condiciones, ya que pueden aplicar comisiones adicionales o ajustes por tipo de cambio.

¿Qué sucede si mi cliente paga la factura antes de la fecha de vencimiento?

Si el cliente paga antes, la empresa de factoraje liquida el saldo pendiente contigo más rápido, descontando las comisiones acordadas. Esto puede beneficiar tu flujo de efectivo y, en algunos casos, reducir los intereses generados por el adelanto.

¿El factoraje financiero es deducible de impuestos?

Sí, los costos y comisiones del factoraje suelen ser deducibles como gastos financieros en tu declaración de impuestos, siempre que cuentes con la documentación fiscal correspondiente. Consulta con tu contador para aprovechar correctamente este beneficio fiscal.

¿Puedo combinar el factoraje financiero con otros tipos de financiamiento?

Sí, el factoraje puede coexistir con otros productos financieros, como líneas de crédito o préstamos bancarios. Sin embargo, es importante no ceder las mismas facturas a diferentes instituciones y mantener un control claro de tus obligaciones para evitar conflictos legales o financieros.

Nayara Krause


Experta en derecho con posgrado en Derecho Constitucional y lingüista con habilitación en Lenguas y Literaturas Portuguesa e Italiana.

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